Cosas imposibles, si las hay.
Volver a meter la pasta dental dentro del tubo. Sin trampas,
no vale abrir el tubo con un cuchillo si después de varios intentos no pudiste
meter la pasta con las manos.
Reciclar tus lágrimas. ¿Para qué querrías guardar las
lágrimas de lo llorado, cuando es mejor guardar la enseñanza que te dejó?
Hacer comprender que en una contienda no hay buenos y malos,
sino puros malos. Nadie, a fin de cuentas, juega el papel del héroe sin
convertirse en villano para lograrlo. Si no me creen, escuchen las plegarias de
ambos bandos antes de ir a la guerra: los dos le rezan a Dios que les den el
triunfo y poder aniquilar al otro.
Hacer que los chicos comprendan antes que lleguen a los 18
que las cosas son para su beneficio y no para meterles piedras en el camino.
Aclaro dos cositas: uno, no hace falta llegar a ser padre para comprender esto.
Dos, cuando uno entiende este concepto, le pone valor a la frase que hemos oído
hasta el cansancio: “Cuando seas grande lo vas a entender”. Sí, ya lo entendí
papá y mamá.
Que yo pueda sumar 38+7+4+1 sin usar los dedos, perderme en
las cuentas mentales y vacilar antes de dar la respuesta, luego de casi treinta
y siete minutos de pensarla. Igualmente, aun teniendo mi respuesta, estaría
equivocado un 80% y el restante 30% sería pura suerte.
Poder saber con real certeza que todas las personas por fin
entendieron las diferencias y usos de “hay”, “ahí” y “ay”. A ver, usted Pablo
Daniel Madero, pase al pizarrón y díganos las diferencias y usos. El morocho se
pone de pie vacilante, mientras se acerca al pizarrón dando pasos cortos, se
gira y mira a sus compañeros y sonríe de forma traviesa, haciéndose el macho
pistola. Entonces, me doy cuenta desde mi banco que el negro esta vez sí la
sabe. “Hay” proviene del verbo haber. “Ahí”, es para señalar un lugar. Y “Ay”,
es exclamación de dolor. La verdad es que Pablito lo logró, dejó a la profe
boquiabierta y a mí orgulloso. Pablo, has recuperado tu mitad del diploma de
egreso de la secundaria, tomá, te lo devuelvo.
Que un prójimo salga adelante y no sentir envidia. La
envidia es un pecado capital. Así que estoy prácticamente seguro que el mismo
Diosito dictó ese mensaje que algunos tienen en sus lunetas: “Que Dios te dé el
doble de lo que deseas”. No hay mejor mensaje que ese. Además, cacho, si
envidiás a alguien, creéme que cuando esa persona, de buena fe, te cuenta algo
bueno que le pasó o logró, se nota de acá a la China tu mirada ardiente de mala
onda.
Que una buena foto no te lleve a un buen recuerdo. Si hay
una foto hay un buen momento. Hay muchas fotos que contienen voces. Las podés
oír cuando la contemplás. Hay una gran diferencia entre mirar y contemplar.
Cuando mirás, solo hacés la acción de llevar tus ojos a una cosa y que tu
cerebro te indique qué es, qué uso tiene, entre otras cosas. Cuando contemplás,
se involucran tus sentimientos y reacciones. Estás hojeando el álbum y de
repente: ¡Sacasonapas! Aparece esa foto. Sí, esa misma que estás pensando. Al
principio la mirás, pero cuando te das cuenta que no sos capaz de pasar la
página, entonces comienza a funcionar la contemplación. La contemplás. El
cerebro te recuerda lo que significa para vos, que tus ojos se llenen de lágrimas
o que esboces esas amplias sonrisas que solo la nostalgia nos hace producir.
Tener al menos cinco amigos posta. Hay una gran diferencia
entre un amigo posta y un amigo propiamente dicho. El amigo propiamente dicho
es aquel que te dice lo que querés escuchar y no piensa en los sentimientos del
otro ni en lo que debe ser correcto aconsejar. Si una mina dejó a tu amigo, no
respondés que las minas van y vienen; que esa misma noche van a salir de
borrachera y levante; no le pagás de tu billetera los servicios de una muchacha
por una noche; no minimizás el dolor o la pena que pueda sentir. Un amigo a
veces lo único que busca es que lo escuchen. Hacer catarsis. Esa es la tarea
del amigo posta: escuchar y dar su valoración real. Macho, si estás triste,
tomate el tiempo que necesites. Querés estar miserable unos días, bueno, dale
gas. Pero tenés que entender que la vida no se frena hasta que vos quieras, va
a seguir transcurriendo. Esos son los consejos que te da un amigo posta. Muchas
veces, casi un 95%, el consejo de un amigo posta le duele al otro, pero de eso
se trata la amistad. Yo la comparo con la metamorfosis de una mariposa. Ella
sacrifica su corta vida de mariposa para mostrarte lo bella que es la
naturaleza. El amigo posta sacrifica tu amistad para mostrarte el camino.
Que un padre entienda la diferencia entre ser padre y amigo.
No se puede ser amigo de tus hijos, porque él ya tiene amigos, pero necesita un
solo padre. Ese sos vos. Los chicos pasan por muchas etapas y hay varias en las
que no te quieren ver ni en figurita. Tu laburo de padre es mostrarle que no te
ve pero que estás ahí, clavándole la mirada desde cerca, escondido, como un
camaleón dispuesto a transmutarse en un león sanguinario si se manda una. Tu
laburo como padre es enseñarle a caminar para que pueda correr solo. El padre
moldea a su hijo, el amigo es solo el molde de otro padre.
Que yo pueda, por fin, terminar esta nota, así pueden pasar
a la página 16.
Cosas imposibles, si las hay…
No hay comentarios:
Publicar un comentario